Yo tengo un importante problema de congestión nasal, que se agrava por
las noches y provoca que por las mañanas sienta que no he descansado del
todo bien. Normalmente utilizo otros productos para ayudarme a respirar
mejor. Cuando conocí las tiras nasales Breathe Righ, las probé
inmediatamete, pero para ser sincera, no pensaba que iban a funcionar tan bien.
Breathe Right me fue bien desde el primer día, manteniendo el efecto toda la noche. Según explica la marca, esto se debe a que cada tira
nasal Breathe Right consiste en dos bandas plásticas flexibles
patentadas, las cuales abren suavemente las conductos nasales ayudándote
a respirar mejor.
Se colocan
en la nariz con mucha facilidad y se adhieren estupendamente. La
primera noche al ponérmela me resultó un poco incómoda, la verdad, pero dormí estupendamente. A
medida que he seguido usando las tiras nasales ya ha pasado la
incomodidad inicial.
Yo he probado las tiras normales, pero hay más productos:
Las tiras nasales mentoladas, se activan vapores mentolados. ¡Estoy deseando probarlas!
Las tiras nasales transparentes, para pieles sensibles y para quienes quieren ser más discretos, por ejempo si las usan cuando hacen deporte.
Para niños. Dan tranquilidad a los padres, que saben que las tiras no tinen medicamentos y están diseñadas para cuidar la piel de los niños (Y son más pequeñitas, claro)
Ahora estoy de verdad encantada, me resultan muy
fácil de usar, son muy cómodas, respiro perfectamente, no me congestiono
y por la mañana me siento más descansada. Las recomiendo a todas las
personas que tengan este problema.
A partir de ahora siempre en mi
mesilla de noche.
jueves, 26 de marzo de 2015
jueves, 19 de marzo de 2015
BALNEARIOS URBANOS
Los balnearios urbanos son un invento de lo mejor. Desde pequeña escuchaba a la gente hablar de los balnearios como aquel lugar espectacular, siempre hermoso, sereno, tranquilo, con ambiente relajado, en el que sonaba música de violines… y en el que recibías masajes, te embadurnaban de barros que dejaban tu piel aterciopelada, te sumergías en piscinas y bañeras burbujeantes y calentitas que te transportaban a parajes de ensueño y te quitaban todos los males…
La primera vez que tuve oportunidad de acudir a un
balneario, fue para mi una experiencia similar a la que acabo de describir
(excepto la música de violines), además de estar ubicado en una zona en la que
la naturaleza era la protagonista y permitía dar paseos en un lugar bucólico y
también pude disfrutar de una exquisita gastronomía.
Todo esto está muy bien, pero te supone un desplazamiento y
un gasto, que no siempre es factible asumir.
Hace ya unos años empezaron a proliferar los llamados
balnearios urbanos. Yo tengo la suerte de contar con uno al ladito de mi casa.
No es lo mismo que un balneario al uso, claro, pero para las urbanitas
estresadas como yo, pues hace su función.
Dispones de un servicio de tratamientos corporales y, sobre
todo, una piscina de hidroterapia. Burbujas sin parar en una piscina en la que
los chorros de agua a distintas alturas y presiones masajean tu cuerpo una
barbaridad, jacuzzis, cascadas para relajar tensiones musculares, contrastes de
agua fría y caliente, sauna, baño turco.
El precio no es elevado, se pueden adquirir bonos para que resulte
más económico y los beneficios se observan desde el primer momento: mejora en
la piel, en la circulación, eliminando tensión muscular y tensión emocional…
Si tenéis oportunidad no lo dudeis, disfrutad de los
balnearios urbanos. Relax dentro del caos.
lunes, 2 de marzo de 2015
BARRA DE PINTXOS EN SAN SEBASTIÁN
De pintxos por Donosti. Jua jua, menudo pastón. Un viernes
cualquiera, zona de la catedral. Resulta que teníamos un poco de hambre y
entramos en un bar a tomar una cañita y tomar un par de pintxos. Nada de
pintxos de diseño, que va! Una tortilla de patatas rellena con una loncha de
jamón York y otra de queso, ya un poco seca (un trozo bastante pequeño por
cierto) 2,30 €. Otro pintxo con una rodaja de berenjena y un txampi. 2,80€ y dos
cañas, cada una 2,50 €. Me parece un timo con
todas las letras.
Vamos a ver, yo soy una persona a la que le gusta comer bien,
tanto de plato, como de raciones como de pintxos, y no es que sea una
entendida, pero solo hay que comparar. Yo estoy dispuesta a pagar dinero por
una buena elaboración, ingredientes de calidad, se paga también el local, la
atención…, pero un mini pintxo de tortilla seca porque esté en San Sebastián?
No se qué se han creído, sinceramente.
Ahora entiendo que el burguer de al lado
estuviera a tope. Y todo esto lo digo teniendo en cuenta que San Sebastián es una
ciudad que me gusta a morir. Es literalmente preciosa, para disfrutarla en
todos sus detalles, pero sabiendo elegir dónde comer.
Yo, personalmente la próxima
vez paso de pintxos y me voy directa a los menús. (Siempre que lo he hecho, he
comido de vicio) y las barras de pintxos, para la foto.
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